Tecnología
CONVERSIÓN DE UNA SILLA DE RUEDAS NORMAL A UNA IMPULSADA POR ELECTRICIDAD, PROYECTO DE CBI
*Kit de limpieza para disminuir contaminación por gasolina, otro proyecto
Por Juan Manuel Tirado Juárez
Reportero de la Sección de Información y Divulgación, CEU, UAM-A
De entrada pareciera ser un taller común: se aprecian mesas, anaqueles y estantes. Al frente se ve una silla de ruedas montada sobre unos soportes; a un lado se observan varios bloques de acrílico; detrás, un taladro que a simple vista es como cualquiera que se encuentra en los talleres de torno y fresado. Hay herramientas y utensilios de trabajo, sin faltar la mesa acompañada por la pantalla de una computadora. Al llegar, el técnico de Laboratorio y Taller, Mario Antonio Rocha Pérez, quien es responsable de la parte operativa del Laboratorio de Desarrollo e Incubación de Nuevas Tecnologías, que forma parte del Departamento de Sistemas de la División de CBI de la UAM Azcapotzalco, da la bienvenida.
Una de las iniciativas de los tecnólogos de ese laboratorio estriba en la conversión de una silla de ruedas normal en una eléctrica mediante la colocación de baterías, controles, ruedas y otros aditamentos con la finalidad de que las personas, aun de bajos recursos, puedan contar con mayores opciones de movilidad. Las sillas eléctricas que existen en el mercado son importadas y están fuera del alcance de muchos discapacitados; ante esa situación proponen cinco modelos que van desde las que tienen las adaptaciones más sencillas, que costarían alrededor de cuatro mil pesos, pasando por la modalidad que se mueve por medio de una palanca tipo joystick (palanca utilizada en los juegos de las computadoras), hasta el modelo inteligente, con especificaciones más sofisticadas.
Si el modelo más austero se maneja con un bastón que hace las veces de volante, éste sólo puede desplazarse hacia adelante a una velocidad de dos kilómetros por hora y cuenta con una transmisión similar a la de una bicicleta. El modelo denominado inteligente, tiene dos motores, se controla por medio de una botonera virtual, se mueve en varias direcciones, es más rápido, y se puede programar acorde a las actividades y a los movimientos que realizara cotidianamente su usuario.Otro desarrollo tecnológico que contribuye a combatir la contaminación, resalta Rocha Pérez, es la elaboración de un sistema de evaluación, limpieza y renovado de electroválvulas de combustión que puede ser adquirido por cualquier mecánico automotriz con un costo de 10 mil pesos aproximadamente, para que lo use en su taller y así pueda ofrecer el servicio por medio de tarifas accesible de manera que le convenga también a los automovilista. Ilustró que las válvulas inyectan la gasolina al motor a través de orificios muy pequeño, sin embargo, si el combustible trae impurezas éstas llegan a tapar los hoyitos y de esa manera, al permitir el paso de la gasolina sin filtrar, la combustión no se realiza eficientemente y arroja humo contaminante.
El sistema inyecta líquido y talla los orificios y los conductos con un sistema de vibración con ultrasonido que desprende la grasa y las impurezas con diversos intervalos e intensidades en un ciclo total que dura media hora. Para comprobar la limpieza se integraron varios ciclos que permiten corroborar que todos los inyectores queden libres de suciedad. Este proceso, recomienda, se debe de hacer por lo menos dos veces al año.
En otra dirección, destaca el entrevistado, se dieron a la tarea de innovar un taladro fresador para automatizarlo y programarlo a través de una interfase de control. Puede ser operado inalámbricamente a través de cualquier dispositivo que cuente con bluetooth. Esas máquina-herramientas sirven para realizar diversas tareas, por ejemplo, hacer ranuras y perforaciones en piezas que se usan en muchas ramas industriales. Generalmente las manipulaciones se hacen en tres ejes, pero con la colaboración de Manuel Salinas Martínez, proveniente de la carrera de ingeniería robótica de la ESIME Azcapotzalco, del Instituto Politécnico Nacional, se logró la automatización del taladro, lo que permite hacer operaciones más complejas y en cuatro ejes. En ese proyecto volcaron sus conocimientos de mecánica, electrónica, programación, automatización, control y computación, para dotar a los interesados de un equipo muy versátil, al que incluso se le podría adaptar un láser para hacer grabado y corte. Este equipo puede ser programado para realizar tareas que serían muy pesadas para los operarios, a un costo hasta un 90 por ciento menor de lo que se puede encontrar en el mercado.
También subrayó que, con las aportaciones de investigadores que los apoyan, entre ellos el Doctor Jesús González Trejo, Jefe del Departamento de Sistemas, han realizado avances significativos para conseguir polímeros que sean y tengan un acabado transparentes, esto con la finalidad de que las personas que trabajen fluidos puedan ver cómo se comportan en las tuberías, pues en la actualidad sólo imaginan lo que pasa y estudian esos comportamientos mediante modelos matemáticos. Ya han logrado quitar –mediante una cámara de vacío- las burbujas e imperfecciones, que se forman al mezclar las resinas; el reto es conseguir que el material sea más claro pues por ahora tiene las tonalidades de la resina.
Aunado a esas iniciativas, el equipo de tecnólogos brinda apoyo a los alumnos para hacer las piezas necesarias a utilizar en diversas ramas del conocimiento. En el laboratorio "las diseñamos, las desarrollamos y las manufacturamos como las soliciten. Además los asesoramos para robustecer sus proyectos”, enfatizó Rocha Pérez.
Al mismo tiempo, abundó el Doctor González Trejo , los prototipos han sido puestos a disposición de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, que lanzó una convocatoria, con la intención de que esa instancia legislativa los apoye para mejorarlos. Por lo pronto, están a la espera de los resultados. El jefe departamental reflexionó sobre la importancia de que profesores y alumnos de otras divisiones pudieran acercarse y hacer aportaciones a sus iniciativas, así se contaría con otras visiones que los enriquecerían.
Ese equipo realiza proyectos encaminados a resolver problemas de muy diversas índoles; ante las múltiples necesidades que tiene México, subrayó, “necesitamos mucha tecnología para competir”. Rocha Pérez explicó que desde hace tiempo vienen trabajando en varias iniciativas, que sin duda revisten importancia tanto para la industria, usuarios domésticos, pequeños talleres, y el medio ambiente; brindan calidad e innovación a precios módicos, sin que ello demerite su trabajo, pues están consciente de que de esa manera contribuyen a “hacer lo necesario para ser una mejor universidad y un mejor país.
Indicó que en ese lugar se abordan diversos proyectos enfocados a desarrollar tecnología propiedad de la UAM y que en su momento se puedan ofrecer, mediante los canales institucionales, a quienes se interesen en ésta. Si un sector de la industria desea hacerse de un desarrollo, se hacen investigaciones y las pruebas correspondientes y una vez listo, se le presenta junto con la línea de producción o la máquina resultante, acompañado de la respectiva capacitación para manejarlo.
Fotografias: Jorge Perea Juárez
