Arte y Humanidades

 

EL COLOR-LUZ Y SU INFLUENCIA SOBRE EL ESTADO DE ÁNIMO HUMANO Y EL DESEMPEÑO COGNITIVO

Arq. Luis Enrique Acosta Martínez.

Candidato a maestro del Posgrado en Diseño Bioclimático

UAM Azcapotzalco

Director de ICR: Mtro. Salvador Ulises Islas Barajas

Co-director de ICR: Dr. Rodrigo Ramírez Ramírez

Asesor: Psic. Felipe de Jesús Gutiérrez Barajas

 

El color afecta al ser humano a un nivel fisiológico y psicológico. En iluminación, con la reciente tecnología Rojo, Verde, Azul (RGB, por sus siglas en inglés) del Diodo Emisor de Luz (LED, por sus siglas en inglés) podemos tener acceso a varias tonalidades de luz, lo que permite transformar el ambiente construido.

            A pesar de ser tema de estudio en la actualidad, el color está lejos de ser considerado en la iluminación a pesar de que inconscientemente se está expuesto a él. Está comprobado, por ejemplo, que espacios de color (pigmento) modifican el estado emocional en ambientes laborales y, en consecuencia, el rendimiento de los usuarios.

         Actualmente, las tendencias están orientadas a una iluminación dinámica a través del control de la Temperatura de Color Correlacionada (TCC), donde las tonalidades cambiantes entre azul, amarillo y ámbar imitan el continuo cambio de la luz diurna, con el objetivo de tratar trastornos estacionales (cronoterapia). No hablamos de cromoterapia —catalogada como pseudociencia— sino de efectos psicológicos y fisiológicos (a un nivel psicosomático) producidos por la percepción del color-luz que pueden mejorar el estado de ánimo y el rendimiento laboral al ser tomado en cuenta como factor de calidad en la iluminación.

 

El color en espacios de trabajo

El color, al igual que la luz, influye el estado de ánimo y el nivel de estimulación de los individuos, lo que permite suponer que dichas diferencias afectan indirectamente el desempeño y la productividad de una tarea, tal como se ha comprobado, por ejemplo, en estudios realizados en espacios de trabajo, por investigadores como Küller y Mikellides, Küller, Ballal, Laike, Mikellides, y Tonello, y  Mehta y Zhu, entre otros.

           Un claro ejemplo de la influencia del color en los espacios laborales son las oficinas de Google, donde, en conjunto con alternativas que fomentan una filosofía de productividad a través del confort de sus usuarios, el uso de colores atractivos en el diseño de interiores (visto este como color-pigmento en cuerpos o materia) han demostrado una mejora en el rendimiento de los empleados, debido a que estimulan positivamente el estado de ánimo.

          Es evidente que los colores influyen en el ser humano, pero ha sido difícil demostrar esos efectos de forma consistente. Diversos estudios elaborados por Schauss, Heller, Ortiz, Genschow, Noll, Wänke y Gersbach, basados en el color-pigmento como método de análisis, han realizado importantes aportaciones para indagar cómo actúan los colores en la percepción y el comportamiento, pero algunos difieren en resultados e incluso son contradictorios. Al parecer ningún color-pigmento tiene un efecto claro, pero afecta y cambia nuestro estado de ánimo. Sin embargo, con el color desde el punto de vista lumínico, el “color-luz”, no parece haber demasiada discrepancia.

 

La influencia del color-luz

La reciente tecnología Rojo, Verde, Azul y Blanco (RGBW, por sus siglas en inglés) del LED permite tener acceso a diversas tonalidades con una misma lámpara, lo que posibilita transformar el ambiente construido. Es aquí donde el color-luz puede ser más eficiente. Para colorear los espacios, una opción más práctica sería teñir las paredes con luz de color, que pintarlas constantemente.

            Aunque el uso del color-luz ha sido aplicado mayormente en intervenciones artísticas, tanto en espacios interiores como exteriores, recientes estudios sobre el tema de la iluminación hospitalaria ofrecen nuevos conceptos, donde la tonalidad de la luz puede ser un elemento beneficioso para pacientes, visitantes y personal médico.

Tanto en las salas de espera como en áreas de recuperación del paciente, e incluso en áreas de determinadas prácticas médicas, se puede presentar tensión, ansiedad o miedo por parte de los internos y de los visitantes, pero una iluminación acogedora puede tener un efecto relajante. Precisamente con este fin, Philips (2009), ha desarrollado un concepto innovador de iluminación que consiste en la creación de una atmósfera más reconfortante a través de tecnología RGBW, iluminación multimedia y paneles luminosos, la cual mejora el confort psicológico, reduce los niveles de ansiedad y facilita el trabajo por parte de los médicos. Children's Hospital Colorado, Princess Alexandra, Charité Campus Virchow Clinic y Nordsjaelands, son ejemplos de hospitales que emplean este tipo de iluminación.

            La llegada de estas nuevas tecnologías basadas en lámparas LED a principios del siglo XXI y la relación del color de la luz natural con el ritmo circadiano, han influido en el estudio de los colores-luz en la actualidad.

            A manera de paréntesis, es conocido que en la transducción visual la retina juega un papel importante, de acuerdo con la Sociedad de Ingenieros de Iluminación de Norteamérica (IESNA, por sus siglas en inglés), ya que en ésta se encuentran dos tipos de fotorreceptores encargados de la visión formadora de imágenes: los conos, responsables de la sensibilidad al color (visión fotópica), y los bastones, responsables de la visión en blanco y negro, es decir, la luminosidad comúnmente llamada “brillo” (visión escotópica). Sin embargo, se ha descubierto que estos dos tipos de fotorreceptores no son los únicos con la propiedad de activarse directamente por la luz que entra en el ojo. Las células ganglionares retinianas ipRGCs —también fotorreceptoras ubicadas en la retina— son las que envían información al cerebro para regular los ritmos de sueño y vigilia (el ritmo circadiano) que tenemos en función de la luz ambiental, además de otras importantes funciones biológicas. Este tipo de células tiene una respuesta a la luz con un pico de sensibilidad alrededor de los 479 nm (longitud de onda correspondiente al azul-cian). Y aunque se han comprobado las funciones de las células ipRGCs, Hall, Rosbash y Young, evidenciaron que los mecanismos moleculares “puntuales”, encargados de regular el “reloj biológico” o ritmo circadiano a través de señales como la luz, están ubicados en todo el cuerpo. No obstante, es a través de la retina que la sincronización del ciclo de sueño parece más evidente, ya que la exposición a la luz suprime la secreción de melatonina, hormona afectada en gran parte, por las células ipRGCs.

 

Luz azul vs roja y amarilla

En la unidad de sueño de la Facultad de Medicina de Harvard, se ha estudiado los efectos que tiene el color-luz en el ser humano y se ha analizado como parámetros de control el estado de alerta, el rendimiento, los niveles hormonales y la temperatura corporal, con el fin de tratar el trastorno afectivo estacional y el trastorno de sueño, sobre todo en los países ubicados en el hemisferio norte, que están expuestos a pocas horas de iluminación natural durante el invierno.

            Al respecto, en la película de 2008 Cracking the Colour Code, producida por Ogilvie y Esteve, el doctor Lockley señala:

            La opinión que tiene la mayoría de la gente sobre la influencia (psicológica) de los colores en el estado de ánimo, es que el rojo es excitante, porque es el color del fuego y de la sangre, y el azul es relajante, porque es el color del cielo y del mar. Sin embargo, los estudios demuestran lo contrario: el azul excita el cerebro y nos activa, mientras que el rojo nos ayuda a calmarnos y nos conduce a un estado de alerta y rendimiento agudo.

           Como ya se mencionó, las longitudes de onda corta o luz azul influyen sobre todo en el ritmo circadiano a través de las células ganglionares ipRGCs. Esto significa que no es la luz en general, sino el espectro de luz, es decir, el propio color el que produce efecto.

        Se ha comprobado que la exposición a la luz azul por la noche provoca problemas de sueño, lo cual es una desventaja en el mundo actual ya que la mayoría de las pantallas y celulares con tecnología LED aumentan la exposición a las longitudes de onda corta. Y aunque las pruebas experimentales son muy preliminares, en la Universidad de Harvard han vinculado el sueño corto a un mayor riesgo de depresión, diabetes y problemas cardiovasculares, e incluso la asociación con el cáncer debido a los niveles bajos de melatonina.

          No obstante, la luz azul puede ser beneficiosa o perjudicial conforme al horario en el que ésta se utilice: durante las horas de luz solar aumenta la atención, los tiempos de reacción y el estado de ánimo, mientras que en las horas posteriores al ocaso, genera problemas de sueño y vigilia.

         Estos estudios han impulsado el desarrollo de propuestas para regular el ritmo circadiano. La aplicación de una iluminación dinámica con el cambio de TCC, la tecnología aplicada en pantallas electrónicas para colocar filtros de luz roja y bloquear así la azul, el uso de lentes bloqueadores de luz azul en horarios nocturnos o, por el contrario, lentes que permiten acceder a la luz azul en países donde la duración de la luz solar se vuelve corta, son algunas de las propuestas que han generado buenos resultados.

         Holzinger explica que este tipo de iluminación circadiana es conocida también como cronoterapia que —a diferencia de la cromoterapia— se basa en la suposición de que nuestras funciones corporales están controladas por la información del tiempo (ritmo circadiano) influido, en gran medida, por la luz natural.

        Actualmente, la tendencia en el diseño de iluminación en oficinas basada en la cronoterapia, está orientada a la creación de ambientes dinámicos con el cambio de Temperatura de Color Correlacionada.

            La TCC de una fuente luminosa artificial está asociada a la sensación de color que emite un cuerpo negro (radiador de Planck) al ser calentado a una determinada temperatura, por lo que la TCC se expresa en grados kelvin (K). Cuanto más baja sea la TCC (menos de 3 mil 300 K), más “cálida” será la luz, y mientras más alta sea (más 5 mil K), más “fría” será la luz que proporcione la fuente luminosa; si está entre 3 mil 300 y 5 mil K, se tratará de un “blanco neutro” . Las tonalidades generadas por el radiador, en orden de creciente temperatura, van del rojo convirtiéndose en ámbar, anaranjado, amarillo, blanco, y terminan en azul. Es importante aclarar que la TCC no tiene una relación directa con la denominación subjetiva “color cálido” y “color frío”, ya que, paradójicamente, el azul (denominado “frío”) está relacionado con el tono de un cuerpo negro a altas temperaturas, y el rojo, el ámbar y el amarillo (denominados “cálidos”) están relacionados a las bajas temperaturas.

           En otras palabras, el término TCC se utiliza para referirse a la producción, en bajas proporciones, de tonalidades ámbar, amarilla o azul en la emisión de luz blanca por parte de las lámparas. El uso de estos colores-luz es poco perceptible para la vista del ser humano, ya que el ojo se adapta naturalmente para que su entorno inmediato se acerque lo más posible al blanco, fenómeno conocido como “adaptación cromática”. Esto ocurre precisamente porque la retina periférica ve mejor los grandes rasgos de una imagen (la iluminación), mientras que la retina central aprecia mejor los detalles (atención selectiva), señala Morgado.

            Con base en esto, sumado al control de la TCC que ofrece la tecnología LED, el Centro de Aplicación de Alumbrado de Philips propone una iluminación dinámica y flexible en entornos de oficina a través de ambientes luminosos que cambian automáticamente en relación a la iluminación natural, con el fin de regular el ritmo circadiano.

            La representación de la TCC está relacionada, hasta cierto punto, con los estudios de los efectos de la luz azul y de la luz roja, pero en este caso con la luz azul y la luz ámbar-amarillo en bajas intensidades. No obstante, al parecer tienen los mismos efectos; de acuerdo con Phillips, “la luz blanca cálida (3 mil K) —tonalidad amarilla— facilita la relajación y mejora el bienestar del ser humano, mientras que la luz blanca fría (6 mil K) —tonalidad azul— estimula y activa el cuerpo humano”.

 

RGA Blanco y Azul

   Oficinas empresa R/GA

 

El color-luz como factor de calidad en la iluminación en oficinas

En el estudio de los efectos del color, tanto en colores pigmento como en colores-luz, es común que el rojo sea contrastado con el azul, debido a que son los colores opuestos en longitudes de onda. Más allá de la cronoterapia, recientes estudios han analizado cómo estos dos colores afectan al ser humano a un nivel cognitivo. Los investigadores Mehta y Zhu; Xia, Song, Wang, Tan, y Mo, han demostrado, por ejemplo, que las personas expuestas a un fondo azul en una pantalla de computadora superaron con mayor eficacia un test de creatividad, y las expuestas a un fondo rojo obtuvieron mejores resultados en pruebas de memoria y atención. Como se ha mencionado, la afectación del color-luz en el ser humano puede ser empleada para mejorar el rendimiento cognitivo en espacios de oficina.

           Por otra parte, el color-luz en su máximo grado de saturación o pureza puede generar un mayor impacto sobre el estado de ánimo. Sin embargo, en un entorno laboral de oficina solo puede utilizarse en espacios donde las actividades no exigen un Índice de Reproducción Cromática (IRC) mayor a 80, por ejemplo en audiovisuales o en áreas de uso exclusivo de la computadora, espacios cuya actividad no requiera la utilización de documentación física en papel.

            Aquí es donde el diseño de la iluminación juega un papel importante. El color-luz puede ser aprovechado de cuatro formas distintas: de manera directa, con un máximo grado de saturación, en espacios donde la actividad no requiera un alto IRC; de manera directa atenuada, donde prevalece el blanco sobre cualquier otro tono con el uso de la tecnología RGBW; de manera directa complementaria, con la utilización de lámparas personales (con un IRC mayor que 80), lo que permite una mayor saturación del color-luz en la iluminación general sin excluir la iluminación funcional; y de manera indirecta, al utilizar tonos saturados en una iluminación decorativa o “secundaria”.

          Un buen ejemplo de diseño de iluminación para espacios laborales donde el color-luz es empleado como elemento de diseño, son las oficinas de la empresa R/GA diseñadas por Foster and Partners, las cuales producen ambientes luminosos dinámicos y atractivos y, en consecuencia,  un mejor estado de ánimo y confort en los usuarios.

 

RGA Beige y Morado

   Oficinas empresa R/GA

 

Hacia un nuevo criterio de diseño

 Tras analizar los diferentes estudios acerca de la influencia de los colores-luz en el ser humano, se puede afirmar que el color afecta a un nivel social, fisiológico y psicológico. Se trata de una reacción involuntaria, a nivel psicosomático, a partir de la percepción visual del ambiente luminoso.

            Con la evolución de las lámparas LED y la tecnología RGBW es posible disponer de forma más sencilla de una enorme gama de colores, los cuales pueden iluminar cualquier espacio y contribuir al confort del ser humano a través de la percepción luminosa.

            Es pertinente la realización de nuevos estudios que demuestren y comprueben los efectos de las diferentes longitudes de onda o color-luz en el estado de ánimo y el rendimiento laboral, no sólo el rojo vs azul, para que estos puedan ser tomados en consideración como factores de calidad en la iluminación y aumentar así la sensación de bienestar del ser humano, es decir, el confort psicológico.

          Prueba de ello es el estudio, causa del presente artículo, que actualmente se lleva a cabo en el posgrado en Diseño Bioclimático de la UAM-Azcapotzalco, el cual pretende comprobar que el estado de ánimo del ser humano en un ambiente laboral puede depender más del color propiciado por el sistema de iluminación de un ambiente que de los niveles de iluminancia marcados por las normas nacionales y los criterios —en términos de diseño— establecidos por la Sociedad de Ingenieros en Iluminación como factores de calidad en la iluminación, y proponer así nuevos criterios de diseño que mejoren el rendimiento cognitivo y el confort psicológico.

  

Referencias

CIE (2001). Lighting of Indoor Workplaces. CIE Standard 008/E-2001.

Genschow, O.; Noll, T.; Wänke, M.; & Gersbach, R. (2014). Does Baker-Miller pink reduce aggression in prison detention cells? A critical empirical examination, in Psychology, Crime & Law, 21, 482-489.

IESNA (2000). Lighting Handbook (9th Edition). Illuminating Engineering Society of North America. New York: Publications Department IESNA.

Hall, J. C.; Rosbash, M.; & Young, M. W. (2017). Discoveries of Molecular Mechanisms Controlling the Circadian Rhythm, The Nobel Assembly at Karolinska Institutet, 2017; 1, 1-7.

Heller, V. (2004). Psicología del color. Cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón. Barcelona: Gustavo Gili, SL.

Holzinger, B. (2014). Efectos del color de la luz en el bienestar humano. Luz, salud y bienestar, en Lightecture, Ligth Magazine. No.17.

Lucas, R. J.; Douglas, R. H.; & Foster R. G. (2001). Characterization of an ocular photopigment capable of driving pupillary constric­tion in mice. Nat Neurosci 2001; 4(1), 621-626.

Mehta, R. & Zhu, R. (2009).  Blue or Red? Exploring the Effect of Color on Cognitive Task Performances. American Association for the Advancement of Science, 323(5918), 1226-1229.

Morgado, I. (2012). Cómo percibimos el mundo.  Una exploración de la mente y los sentidos. Barcelona: Editorial Ariel.

Ogilvie, A.; & Esteve, F. (productores) & Piper, H. (director). (2008). Cracking the Colour Code. [Cinta cinematográfica]. Australia / Francia: Electric Pictures Pty Ltd and Gedeon Programmes.

Ortiz, G. (2011). El significado de los colores. 3ra. Ed. México: Editorial Trillas.

Philips (2009). Iluminación basada en las personas. Luminous Philips. Revista Internacional de luminotecnia, 2009, No.2.

Küller, R., Ballal, S., Laike, T., Mikellides, B., & Tonello G. (2006). The impact of light and colour on psychological mood: a cross-cultural study of indoor work environments. Ergonomics, 49(14), 1496-1507.

Küller, R. & Mikellides, B., (1993). Simulated studies of color, arousal, and comfort. In Environmental Simulation. Research and Policy Issue, R.W. Marans and D. Stokols (Eds.), pp. 163–190 (New York: Plenum Press).

Schauss, A. G. (1985). The Physiological Effect of Color on the Suppression of Human Aggression: Research on Baker-Miller Pink. International Journal of Biosocial Research; 7(2), 55-64.

Tosini, G.; Ferguson, I.; & Tsubota, K. (2016). Effects of blue light on the circadian system and eye physiology. Molecular Vision 2016; 22(1), 61-72.

Xia, T.; Song, L; Wang, T. T.; Tan, L.; & Mo, L. (2016). Exploring the Effect of Red and Blue on Cognitive Task Performances. Frontiers in Psychology 2016, 7:784.

 

Fuentes Electrónicas

Harvard Health Letter (2012). Blue light has a dark side [en línea]. Harvard Health Publishing. Harvard Medical School. Obtenido de: https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/blue-light-has-a-dark-side [Recuperado el 25 julio 2017].

Oziemblewski, P. (2006). Iluminación dinámica y moderna [en línea]. Luz e iluminación. Obtenido de: http://www.swiatlo.tak.pl/oswietlenie/dynamiczne-nowoczesne.php [Recuperado el 6 octubre 2017].

TDA (2015). R/GA Offices [en línea]. Tillotson Design Associates. Obtenido de: http://www.tillotsondesign.com/rga-offices/ [Recuperado el 3 octubre 2017].